Tecnología

7 lecciones de marketing digital para construir tu marca personal

Gran parte del éxito profesional y personal depende de persuadir a los demás de que reconozcan su valor. Tiene que hacerlo cuando solicite un puesto de trabajo, solicite ascensos, compita por puestos de liderazgo o escriba su perfil de citas. Para bien o para mal, en el mundo actual todo el mundo es una marca, y tiene que desarrollar la suya y acostumbrarse a promocionarla. 

La marca personal es una práctica estratégica e intencional en la que usted define y expresa su propia propuesta de valor. Y aunque la gente siempre ha cultivado cuidadosamente su personalidad y reputación públicas, las búsquedas en Internet y las redes sociales han ampliado considerablemente la audiencia potencial de tales esfuerzos, los riesgos y las recompensas asociados a ellos. 

Lamentablemente, aunque nos gustaría pensar que tenemos el control total de nuestras marcas personales, rara vez es así. Como dice Jeff Bezos, el fundador de Amazon: «Su marca es lo que la gente dice de usted cuando no está en la habitación». Es la fusión de las asociaciones, creencias, sentimientos, actitudes y expectativas que la gente tiene colectivamente sobre usted. Su objetivo debe ser garantizar que la narración que se cree sobre usted sea precisa, coherente, convincente y diferenciada. 

Una marca personal sólida y bien gestionada lo beneficia de varias maneras. Mejora su visibilidad, especialmente entre las personas que le importan y las cosas que espera lograr. También puede ayudarlo a ampliar su red y atraer nuevas oportunidades. Y en un nivel más profundo, el proceso de creación de uno puede ayudarlo a descubrir, celebrar y compartir las habilidades únicas que aporta al mundo. 

Nosotros, un líder de opinión sobre marcas y un casamentero profesional y un entrenador de citas, nos hemos unido para trazar un proceso de marca personal que se basa en las últimas investigaciones académicas sobre la marca, la narración de historias y la gestión de la marca, así como en décadas de experiencia práctica ayudando a las personas a crear su imagen profesional y personal. Esperamos que este artículo le dé la orientación que necesita para crear una marca personal en la que pueda vivir de manera cómoda y auténtica cada día y lograr sus objetivos más importantes. 

Un proceso de siete pasos 

Nuestro enfoque incluye siete pasos, cada uno de los cuales informa a los demás a medida que pasa de la elaboración de estrategias a las pruebas y a los ajustes en respuesta a los comentarios. 

  1. Defina su propósito.

 Primero necesita una visión y una misión a largo plazo. ¿Qué diferencia le gustaría hacer a los distintos públicos que son importantes para usted, personal y profesionalmente, y qué valores le gustaría encarnar al hacerlo? 

Empiece por identificar su «línea de paso». Piense en su importancia para los demás, que está arraigada en sus experiencias, decisiones y acciones pasadas. Pregúntese a sí mismo cómo y por qué ha vivido la vida que tiene y busque intereses, competencias o rasgos de carácter consistentes que también puedan llevarlo al futuro. A continuación, explore cómo se relacionan con su misión, pasiones y objetivos redactando una propuesta de valor personal, una declaración con cuatro componentes: el grupo al que se dirigirá, lo que espera ofrecer, su cohorte competitiva y sus capacidades distintivas. He aquí una plantilla: 

Para [una persona o grupo de personas objetivo en particular]… 

Marcaré la diferencia ofreciendo [el valor único, memorable y significativo que quiere ofrecer]… 

Entre todas [las demás personas que también compiten por marcar la diferencia, con las que le gustaría encajar y destacar]… 

Por [las habilidades, los rasgos de personalidad, los hábitos y las tendencias, las experiencias previas, el capital social, el capital cultural y las credenciales que le permitirán rendir de manera creíble]. 

Por ejemplo, la propuesta de un profesional de IT podría ser: «Para un posible empleador, soy el mejor director de ciberseguridad que se puede contratar de entre todos los candidatos, gracias a las múltiples certificaciones del sector que he obtenido y al firme liderazgo y la perseverancia que desarrollé como atleta universitario de la División I». 

  1. Audite el valor de su marca personal.

Tiene que identificar y analizar la marca que es hoy en día para poder desarrollarla o cambiarla de manera fructífera y mantenerse fiel a su propuesta personal. Piense en la materia prima con la que tiene que trabajar, como la conciencia (lo que la gente sabe de usted), las asociaciones (sus pensamientos, sentimientos y actitudes sobre usted) y el significado (las historias que conocen y cuentan sobre usted). 

Primero, cataloga su credenciales, como su educación, experiencias profesionales o personales importantes y sus logros. A continuación, describa sus conexiones y relaciones sociales dentro de varios grupos y organizaciones. Eso le ayudará a medir su nivel actual de capital social y entenderlo y aprovecharlo. A continuación, analice su capital cultural—la experiencia que ha desarrollado a lo largo de su educación, interacciones, pasatiempos e intereses que le permite desenvolverse sin problemas en diferentes entornos. 

A continuación, haga una lista de adjetivos o frases descriptivas que crea que capturan su verdadero yo, incluidos los positivos y los negativos. Sea lo más específico posible y evite descriptores simples, como «graduado de la Universidad de Michigan» o «analista financiero». Haga una lluvia de ideas sobre un lenguaje descriptivo que lo distinga. Por ejemplo, tal vez sea un «analista financiero orientado a los detalles» o un «analista financiero que ve más allá de los números». Y asegúrese de que todos sus adjetivos canten: en lugar de «inteligente», pruebe con «intelectual», «bien leído», «educado», «inteligente en la calle» o «experto en contabilidad basada en costes». Del mismo modo, «gracioso» podría convertirse en «ingenioso» o «se le da bien alegrar el ambiente con una broma oportuna». 

Por último, evalúe si su autoevaluación se alinea con la identidad de marca deseada. Por ejemplo, si su propuesta de valor personal se basa en que sea un líder fuerte, cálido, empático y capaz de ofrecer resultados, querrá ver palabras como «compasivo» e «orientado a los resultados». ¿Qué tan bien exhibe y exhibe esos atributos? 

Otro ejercicio importante en este caso es hacer un estudio de mercado para averiguar si su opinión sobre su imagen es cierta para los demás. Empiece por identificar a sus audiencias clave (por ejemplo, colegas, jefes, profesores, familiares, amigos, parejas románticas) y seleccione varios «que digan la verdad» de cada grupo, personas en las que confíe para que le den comentarios objetivos. Reclute a algunas personas que lo conozcan bien y a otras que apenas lo conozcan. Sea lo suficientemente valiente como para incluir también a alguien que lo haya rechazado (por ejemplo, para un trabajo o una cita). 

Lulu Dubreuil

Invite a cada persona a pasar un tiempo con usted hablando abiertamente de sus puntos fuertes y débiles y asegúrele que busca una franqueza total. Luego haga preguntas abiertas, como «¿Cómo me describiría a un extraño si no estuviera con usted?» o «¿Qué adjetivos o frases me asocia profesional y personalmente?» No dé consejos principales como «¿Cree que tengo buen sentido del humor?» En su lugar, pruebe con «¿Hay algo único en mí en términos de mi estilo de conversación? ¿Personalidad? ¿Intereses? ¿Experiencias? ¿Habilidades?» 

A continuación, puede ser más específico. Pida a sus narradores de la verdad que lo califiquen según los atributos deseados. Compare sus opiniones con las suyas. ¿En qué se alinean o se diferencian? ¿Qué vacíos ha identificado y cómo podría llenarlos? 

Recuerde también evaluarse con respecto a la «competencia», por su cuenta y con la ayuda de sus asesores. ¿Qué conjuntos de habilidades, credenciales, capital social, capital cultural y rasgos de personalidad tienen esas personas? ¿Qué atributos y ventajas son exclusivos de usted? Esos se convertirán en sus puntos de diferencia. ¿Qué cosas faltan en su cartera? Son las cosas en las que tiene que trabajar. 

  1. Construya su narrativa personal.

Una marca no es solo un lío de descriptores que flotan en la mente de otras personas, sino que se basa en las historias significativas que usted ha comunicado y que su público ha procesado. Tiene que identificar, elaborar y refinar las narrativas que comunicarán su marca. Piense en los momentos en los que se ha sentido más auténtico, vivo, positivo y productivo; en los que se ha destacado de los demás; en los que su singularidad marcó la diferencia entre el éxito y el fracaso; y en los que ha encarnado plenamente la marca que quería tener. 

Cuando un entrevistador diga: «Hábleme de usted», no se limite a recitar su currículum ni siquiera a describir los atributos de su marca. En cambio, debería compartir historias ilustrativas sobre usted y sus experiencias. Por ejemplo: «En todos los puestos que ve en mi currículum, en realidad he desempeñado un papel: solucionador de problemas. Más recientemente, mi equipo tuvo problemas con un proceso de revisión anticuado, así que pasé el último mes trabajando con un colega de IT para modernizarlo y, desde entonces, hemos aumentado las tasas de finalización puntual un 100%». Del mismo modo, su respuesta a un tema que inicia una conversación, como «¿De dónde es?» podría pasar de una simple «Nueva Jersey» a «Una zona muy rural de Nueva Jersey», donde pasé mi infancia haciendo senderismo por las montañas y haciendo fogatas. ¿Qué hay de usted?» Esta es una forma de demostrar que es aventurero e ingenioso sin decirlo explícitamente. 

Su propuesta de valor personal se hace más memorable, resonante, accesible y persuasiva cuando la transmite con historias. 

  1. Encarne su marca.

 Cada interacción social puede acercar o alejar su marca personal de su ideal. En las conversaciones casuales, en las fiestas, en las entrevistas de trabajo, la gente se forma opiniones sobre usted le guste o no, y consciente o inconscientemente, se anuncia a sí mismo. 

Por lo tanto, es importante estar al tanto de los mensajes que envía. Tenga en cuenta cómo responde a una pregunta sencilla, como «¿Cómo está?» a un colega que vea en la sala de descanso. Si responde: «Estoy agotado, el trabajo es estresante y el tráfico era pésimo», comunica vibraciones mundanas y negativas y pierde la oportunidad de reforzar los aspectos atractivos de su marca. Si, en cambio, responde con algo más intencionado, como «El viaje al trabajo no ha estado muy bien esta mañana, pero he aprovechado el tiempo extra para escuchar un podcast muy interesante sobre la creatividad que voy a compartir con el equipo de lanzamiento del producto», indica su positividad, productividad y ganas de aprender. 

Por supuesto, con colegas y amigos que lo conocen bien, no necesita gestionar su marca en cada interacción, porque ya tienen una opinión bien formada (y esperamos que sea positiva) de usted. Pero cuando se trata de personas que no conoce o cuyas percepciones sobre usted pueden ser incorrectas, es importante dar siempre lo mejor de sí. Eso no significa estar constantemente alegre y presumido. Se trata más bien de entender las necesidades de los demás y lo que puede ofrecerles y, luego, de comunicar esa propuesta de valor personal de la manera más convincente posible. 

También debería aprender a presentar de forma creativa sus narrativas personales durante las primeras reuniones, las charlas triviales informales y las conversaciones formales sobre su carrera. Pregúntese: «¿Qué quiero compartir sobre mí y cuál es la mejor historia para ilustrarlo?» Entonces busque oportunidades. 

  1. Comunique la historia de su marca.

El siguiente paso es crear un «plan de medios» que especifique los canales a través de los que transmitirá formalmente su marca a los demás. Contempla cómo puede usar poseído, ganado, y medios de comunicación de pago para difundir sus historias. Al igual que en el marketing de productos o servicios, el objetivo es aumentar la capacidad de descubrimiento, el conocimiento y la comprensión entre el público. 

Puede resultar incómodo al principio. Los autopromotores y los fanfarrones no suelen ser muy apreciados. Pero describir lo que hace que sea valioso (y dar a la gente atajos para que vean lo que tiene para ofrecer) es fundamental para su éxito. 

Medios de comunicación propios incluya perfiles de redes sociales o citas, sitios web profesionales y personales y el público orgánico que genera cualquier contenido que produzca, como podcasts, vídeos, blogs, libros, discursos y artículos en publicaciones. 

Medios ganados incluya menciones en la prensa pública; recomendaciones y valoraciones de su trabajo en LinkedIn y otras plataformas; retuits, me gusta y comentarios en su contenido social; y las presentaciones, referencias y referencias que otros le proporcionen. 

Medios de comunicación de pago incluya todas las formas en las que aumenta su exposición pagando a otras personas para que lo ayuden, como contratar consultores de búsqueda de ejecutivos, que puedan presentar su marca personal a posibles empleadores; iniciar sesión en oficinas o agentes de oradores, que puedan identificar al público dispuesto a escuchar sus historias en las conferencias; comprar anuncios en las redes sociales para promocionar su contenido; pagar a personas influyentes para que promocionen usted y su trabajo; y charlas u oportunidades de publicación de pago por jugar. 

Tenga en cuenta la combinación de medios que quiere utilizar y la mejor manera de aprovechar las distintas plataformas. Recuerde adaptar sus tácticas a su público objetivo y a la forma en que esas personas consumen los medios. Por ejemplo, si quiere Fortuna 500 empresas lo contratarán como consultor de aviación, pedirle a un influencer del sector que publique en LinkedIn un artículo sobre aviación que haya escrito para una revista especializada obtendrá mejores resultados que una publicación en Facebook sobre su visita a un museo de aviación. 

  1. Socialice su marca.

La marca personal no es un ejercicio individual; necesita que otras personas compartan sus historias, lo que aumenta su credibilidad y le ayuda a llegar a nuevos públicos. Identifique cuidadosamente qué guardianes, personas influyentes, promotores y comunidades podría reclutar para que lo ayuden en su viaje. 

Guardianes son personas que tienen las claves de su éxito y sin las cuales le resultará difícil cumplir su misión. Pueden ser oficiales de admisiones de la escuela que elija, jueces para un importante premio que desee o miembros del comité de búsqueda para el puesto que desee. La prensa suele desempeñar una importante función de vigilancia, ya que los editores y los periodistas eligen a quién incluir o destacar en su contenido. 

Influenciadores incluir personas con experiencia especializada, autoridad, posición social o relaciones personales que les permitan influir en los demás. Tienen seguidores activos y participativos y pueden proporcionarle plataformas adicionales para sus historias. Sus recomendaciones o valoraciones le dan legitimidad. Incluso sin su aprobación expresa, se beneficia de la mera asociación con ellos. 

Promotores invierten activamente en su éxito y ayudan a comunicar su marca personal. Incluyen mentores profesionales, reclutadores, jefes, amigos que compartirán sus contactos con usted y conocidos que le organizarán entrevistas informativas. 

Comunidades de marcas personales son grupos, clubes o mercados en línea o fuera de línea en los que puede encontrar personas que comparten su misión e intereses especiales o que buscan el valor que usted puede ofrecer. Los grupos profesionales, las bolsas de trabajo y los clubes de exalumnos son todos ejemplos. 

Pregúntese cómo puede encontrar aliados en cada una de esas categorías. Cuando se ponga en contacto con ellos, explique cuáles son sus objetivos y que espera que le puedan ayudar con una pequeña petición, como invitarlo a hablar en un panel en un club de exalumnos o poner su nombre para que se tenga en cuenta cuando se forme el comité correspondiente. Una solicitud sencilla suele ser apreciada porque sus aliados quieren ayudarlo, pero a menudo no saben por dónde empezar. 

  1. Reevalúe y ajuste su marca.

 La marca personal es un proceso continuo. Así que tendrá que evaluar periódicamente cómo su propuesta de valor y sus narrativas encajan en su contexto profesional y personal actual y cómo se reciben, y luego modificarlos en consecuencia. 

Recomendamos una auditoría anual para determinar los déficits que corregir y los puntos fuertes sobre los que basarse. Además de hacer una autoevaluación objetiva, querrá volver a involucrar a sus que dicen la verdad para que descubran cuál es su imagen actual en la mente de los demás y, luego, asegurarse de que se alinea con sus objetivos. Por ejemplo, si le están considerando para un puesto directivo, pero descubre que no todo el mundo lo percibe como un líder fuerte, puede tomar un curso de formación en liderazgo, ofrecerse como voluntario para dirigir un nuevo proyecto o grupo de trabajo o asumir funciones relevantes en su vida personal, como unirse a la junta directiva de una organización sin fines de lucro. 

Un cliente reciente, un experimentado director de marketing, estaba interesado en conseguir un puesto en el consejo de administración de una empresa. Sin embargo, sin experiencia en juntas directivas, le resultaba difícil. Así que se unió a la junta directiva de una organización sin fines de lucro y formó parte del comité de auditoría, trabajando con auditores externos y liderando la creación de un panel de gestión de riesgos empresariales. Eso la ayudó a reforzar su propuesta de valor personal: «Entre todos los demás posibles directores, tengo la experiencia estratégica y la perspicacia financiera necesarias para supervisar la gobernanza y ser una socia creativa del equipo ejecutivo, porque he trabajado 20 años como CMO de marketing y he gestionado las actividades de auditoría y riesgo empresarial de un consejo de administración sin fines de lucro». Ahora podía contar historias específicas sobre su trabajo que comunicaban sus habilidades analíticas, su perspectiva estratégica y su facilidad con los estados financieros de las empresas. 

El proceso de marca personal requiere trabajo. Pero sabemos por las investigaciones y la experiencia que le permitirá controlar mejor su imagen profesional y personal y, por lo tanto, el éxito y el impacto que puede tener en el mundo. 

Conclusión

El éxito profesional y personal depende en gran medida de persuadir a los demás de nuestro valor. Ya sea en busca de un trabajo, un ascenso, un puesto de liderazgo o incluso en el ámbito personal, es importante desarrollar nuestra marca y saber promocionarla en un mundo donde todos somos una marca. 

Ante ésto Julián Castiblanco recomienda adicionalmente el EFECTO W: Word of Mouth – Voz a VOZ. Si intencionalmente aplicamos los principios de esta técnica tendremos resultados efectivos de nuestra marca personal. Compartimos algunos apartados de su conferencia.

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Fuente  https://hbr.org/2023/05/a-new-approach-to-building-your-personal-brand

Publicado por Contenidos Digitales Ingenieros de Marketing  IMKGlobal 

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