De todito

Crueldad

Es la palabra que utilizó una de mis compañeras de trabajo hoy.

Nos trasladamos a las nuevas oficinas el pasado lunes 21 de mayo. Fui ubicado en un puesto frente a una ventana, dónde se observa el parque nacional. Algunas palomas llegan al borde de la ventana, y dónde estoy ubicado hay un muro que les sirve de refugio perfecto.

Una de ellas comenzó a traer algunas ramas, el día miércoles, dos días después de habernos instalado, y en menos de nada, ya había formado un nido, casi como si hubiera ido por un café y regresado, y ya estuviera.
El día miércoles, pasó un par de trabajadores que realizan el aseo, sacaron una escoba por la ventana y barrieron el nido. Las palomas no estaban en ese momento. Ah, había hablado de una, pero obviamente como había hecho un buen nido, había atraído a su pareja (o ya la tenía y está le había pedido hacer el nido, no sé cómo son las costumbres de las palomas).

Normal en ese momento, se supone que no se debe dejar que las palomas formen sus nidos porque estás transmiten virus. Un compañero cuenta que alguna vez se metieron en el aire acondicionado y comenzaron a cagar allí, lo cual lo detectaron porque gran parte del personal comenzó a toser con mucha frecuencia.

Volviendo a la historia, la paloma macho comenzó a armar nuevamente el nido, estando a ratos acompañada por su pareja, lo cual nos dió para debatir entre algunos compañeros de trabajo si las palomas eran monogamas…
Ya el lunes estaba formado el nido, y una de las palomas estaba empollando. Llegué temprano, 6:35 para una entrega que debía hacer, y tiempo después, como a las 8, vi que vino una chica y le tomó foto al nido, algo rápido, cómo esperando que nadie la viera. Debió reportarlo, porque al rato, una hora como mucho llegaron dos trabajadores de limpieza. Cuando vimos que iban a limpiar el nido, pedimos que no lo hicieran, pero dijeron que era lo que les habían ordenado ( no los culpo). Uno sacó la escoba por la ventana y movió a la paloma que estaba empollando, dejando al descubierto dos huevos bien blancos. Pedimos que no dañaran los huevos, y eso hicieron: los metieron con cuidado en la bolsa de basura. Fue muy triste, se me hizo un nudo en la garganta. Los otros compañeros volvieron a insistir, una compañera dijo que era una crueldad, y lo era.

En otro lugar en la naturaleza posiblemente no estarían a salvo, sabiendo que hay depredadores, pero en este caso por qué fue? Porque se veía feo? Por ganarse un punto la persona que hizo el reporte?
Simplemente no nos mantuvimos y permitimos que lo hicieran. A ninguno de los compañeros les molestaba la presencia de la paloma.

Creo que esa actitud en Colombia tristemente la tenemos muchos: vemos que pasan las cosas, y volteamos la mirada, en un tema tan sencillo como este, como cuando vemos que muchos políticos corruptos nos roban. En mi caso me faltó determinación.

Pasaron las horas del día, y salí tarde, 7 de la noche, lo cual no es común en mi caso. Miré por la ventana, y aún estaban las dos palomas, una de las cuales estoy seguro, estaba consolando a la otra.

Autor: Javier Castiblanco

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