Desempeñarse en algún deporte, relacionarse con sus amigos y familiares, practicar algún instrumento musical, hacer labores académicas o desarrollar sus competencias en lectura, son actividades que podrían hacer sus hijos en cuatro horas al día, las mismas cuatro horas que permanecen conectados a dispositivos móviles.
El estudio, en el que se encuestaron niños y jóvenes en el rango de edades entre los 9 y 16 años, arrojó que a nivel nacional ellos utilizan la web en un lapso de 3 horas y 31 minutos por día. Y en Cali, sobrepasan la media nacional, al dedicar 4 horas y 3 minutos en promedio. Más grave aún para los adolescentes entre 15 y 16 años, que demoran conectados en la red hasta 6 horas diarias.
De acuerdo con estas cifras, se exponen cuestionamientos sobre qué tanto dependen del uso de internet y con qué contenidos interactúan. Según el proyecto de Tigo y la Eafit, el 98% de los niños y adolescentes a nivel local lo utilizan para la realización de sus trabajos escolares, el 96 % para escuchar música o descargarla, el 92% para jugar en línea y el 89% para el uso de redes sociales.
Por todo esto, según profesionales en el campo de la salud, los altos índices de consumo de aparatos tecnológicos y sus contenidos expuestos en los portales de internet y redes sociales, tienden a generar cambios negativos dentro de la comunidad infantil y juvenil, en las que se encuentran problemas para relacionarse con su entorno y trastornos como ansiedad, malos hábitos alimenticios, sedentarismo y obesidad.
Efectos en la salud
Para el coordinador de pediatría de la Universidad Icesi y pediatra de la Fundación Valle del Lili, José Fernando Delgado, “el aumento del consumo de internet en los jóvenes y niños, se ha visto relacionado con problemas de salud, no solamente en el campo de la salud física, sino también mental”.
El especialista se refiere al sedentarismo y a las malas posturas que causa el pasar muchas horas conectadas a internet. “Según la última Encuesta Nacional de Salud Nutricional 2015, en Colombia ha aumentado el sobrepeso y la obesidad infantil por la baja actividad física. Y a nivel mental, ocasiona ansiedad o depresión”.
Aumentando entre los niños. Obesidad lleva a problemas de salud como la diabetes, vascular y cardíaca.
El sedentarismo que implica el uso de las tecnologías es un problema que está
También puede verse afectada la capacidad de aprendizaje cuando el niño accede a aparatos de tecnología desde muy temprana edad. Como se presentó en una estudiante de 16 años, que denotaba falta de atención en el colegio, falta de interacción con sus padres y amistades de su misma edad y poco interés en actividades de recreación que antes practicaba con frecuencia, llevándola al aislamiento total de sus tareas frecuentes.
Asimismo, la luz de las pantallas o celulares puede causar fatiga visual, por lo que se aconseja que los niños y jóvenes no permanezcan de manera prolongada frente a los computadores, celulares o tablets. “Siempre se les recomienda a los padres el descanso visual para los niños; que después de una hora y media de su uso, les propongan actividades recreativas”, manifestó el docente de la Facultad de Salud de la Universidad Icesi y pediatra neurólogo de la Fundación Valle del Lili, Juan Fernando Gómez.
De acuerdo con estas cifras, se exponen cuestionamientos sobre qué tanto dependen del uso de internet y con qué contenidos interactúan. Según el proyecto de Tigo y la Eafit, el 98% de los niños y adolescentes a nivel local lo utilizan para la realización de sus trabajos escolares, el 96 % para escuchar música o descargarla, el 92% para jugar en línea y el 89% para el uso de redes sociales.
Estos hábitos a tan temprana edad, evidencian una alta vulnerabilidad de recibir información perjudicial para su seguridad e integridad y un mal uso de su tiempo libre, ya que lo dedican a navegar.
Por todo esto, según profesionales en el campo de la salud, los altos índices de consumo de aparatos tecnológicos y sus contenidos expuestos en los portales de internet y redes sociales, tienden a generar cambios negativos dentro de la comunidad infantil y juvenil, en las que se encuentran problemas para relacionarse con su entorno y trastornos como ansiedad, malos hábitos alimenticios, sedentarismo y obesidad.
Alteraciones del sueño infantil
Los estudios revelan que la mayoría de los padres no supervisan el uso de la tecnología a sus hijos, en sus habitaciones, con lo que se observa que los niños tienen más dificultades para conciliar el sueño. La falta de sueño afectará negativamente a su rendimiento académico.
Problemas mentales
Genera trastornos de ansiedad.
Así lo explicó el psicólogo y director de la Asociación para la Salud Mental Infantil y Adolescente (Sima), Manuel Muñoz, quien afirmó que “el niño no soporta que le retiren, por ejemplo, el celular, porque eso significa para él desconectarse y cuando se genera esta ansiedad, comienzan a tener cambios, lloran o presentan reacciones agresivas, en lo que se le puede llamar una conducta adicta del uso de las redes sociales”.
Algunos estudios comprueban que el uso excesivo de las nuevas tecnologías está aumentando las tasas de depresión y ansiedad infantil, trastornos de vinculación, déficit de atención, trastorno bipolar, psicosis y otros problemas de conducta infantil.
¿Qué deben hacer los padres?
Se recomienda para su prevención moderar el tiempo de exposición y conexión a internet, no brindarles desde temprana edad celulares, tablets o portátiles, lo que se recomienda que los obtengan a partir de los 16 años.
También aconseja vigilar constantemente las acciones que realizan en internet y promover actividades recreativas en casa. “Propiciar que niños y adolescentes jueguen con otros, que tengan espacios de encuentro, de actividades que les permitan desarrollar temas artísticos y lúdicos”.
Fuente https://www.elpais.com.co https://www.guiainfantil.com
Editor Samuel A Velasquez Blanco, Community Manager Ingenieros de Marketing
