En un mundo interconectado, el sistema alimentario global enfrenta desafíos constantes. Las importaciones y exportaciones de productos alimenticios significan que los problemas de inocuidad en un país pueden extenderse rápidamente a otros. Las bacterias no conocen fronteras ni restricciones, lo que convierte la inocuidad alimentaria en una prioridad compartida por todos los actores del sector.
Un concepto clave es que, aunque los productos orgánicos son populares por su reducción en el uso de sustancias químicas y pesticidas, esto no garantiza la ausencia de patógenos. Es por ello que la implementación de procesos eficaces de limpieza y desinfección (L&D) es fundamental, especialmente en alimentos que no pasan por tratamientos térmicos que eliminen la carga bacteriana. La ausencia de controles adecuados en estos procesos puede llevar a brotes de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), afectando gravemente a grupos vulnerables como niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
El Riesgo Bacteriano en el Sistema Alimentario
Una pregunta clave que surge en el ámbito de la inocuidad alimentaria es: ¿cómo llegan los patógenos a cultivos como la lechuga y el repollo a través de los sistemas de riego? La respuesta se encuentra en las prácticas agrícolas y la gestión del ganado. Si un animal portador de patógenos excreta heces contaminadas que luego entran en contacto con sistemas de riego o fuentes de agua utilizadas para irrigar cultivos, se crea un ambiente propicio para la proliferación de bacterias patógenas en nuestros alimentos.
Este problema es especialmente preocupante en los productos que se consumen crudos, ya que no reciben tratamientos térmicos que eliminen las bacterias. Por eso, es esencial reforzar las prácticas de limpieza y desinfección a lo largo de la cadena de producción y distribución de alimentos, minimizando así el riesgo de contaminación cruzada y la exposición a patógenos.
Reflexión Global: La Cruda Verdad sobre Nuestra Comida
Este tema ha sido abordado con profundidad en el documental «Intoxicación: La Cruda Verdad sobre Nuestra Comida», que destaca la necesidad urgente de adoptar prácticas más seguras en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo final. El documental resalta cómo el mal manejo de los sistemas de riego y la falta de controles de desinfección en productos frescos pueden tener un impacto devastador en la salud pública.
¿Cómo Podemos Mejorar?
Como consultora en inocuidad alimentaria, te invito a revisar y optimizar tus procesos de limpieza y desinfección, así como a implementar controles de temperatura adecuados para minimizar los riesgos de contaminación en los productos alimentarios que manejas. Asegurémonos juntos de que nuestros productos sean seguros para todos los consumidores.
La inocuidad alimentaria es una responsabilidad compartida por cada uno de nosotros en la industria. Desde la granja hasta la mesa, cada paso cuenta. Un sistema de controles rigurosos puede marcar la diferencia entre un alimento seguro y uno potencialmente peligroso.
Si necesitas asesoría o un plan de acción para fortalecer los controles en tu empresa, no dudes en contactarme. ¡La inocuidad alimentaria es responsabilidad de todos!